viernes, 19 de junio de 2020

La historia de Walmart y el desafío contra Amazon

Año 1962. Ciudad de Rogers, Arkansas. Nacía la primera tienda de Walmart.

Rogers al día de la fecha cuenta apenas con 55.900 habitantes, y es reconocida simplemente por ser la ciudad que albergó el primer Walmart.

Sam Walton fue el fundador de esta mega cadena de Retail, pero, más que eso, fue el creador y visionario de un hábito de consumo,

Si no fuera por Sam, posiblemente hoy no compraríamos del modo en que lo hacemos.

Walton fue militar y participó activamente en la Segunda Guerra Mundial. Fue condecorado con la  Medalla Presidencial de la Libertad, que es el mayor reconocimiento civil  para aquellas personas que han tenido una “contribución especialmente meritoria a la seguridad o los intereses nacionales de los Estados Unidos, la paz mundial, cultural o en otras importantes iniciativas públicas o privadas”.

Al igual que otros grandes empresarios, como Henry Ford, pasó su infancia en su granja familiar, donde ordeñaba sus vacas y distribuía el excedente entre los clientes. Por otro lado, al igual que Warren Buffet, trabajó como repartidor de diarios.

Como su familia consideraba que la granja no era lo suficientemente grande como para subsistir, decidió ir a la Universidad, a la que accedió para tener mayores ingresos en su futuro con el fin de seguir ayudando a sus padres. Su madre solía decirle que tenía que tratar de ser el mejor en cualquier actividad que desarrollara, mensaje que le quedó grabado durante toda su vida.

Desde el punto de vista del desarrollo de Walmart, Sam consideraba que uno de los factores de su éxito fue entender que “si compro un artículo a ochenta centavos, pero lo vendo a un dólar, podría venderlo tres veces más que si lo vendiera a 1,2 dólares. Por lo tanto, aunque la ganancia por unidad se vea reducida a la mitad, mis ganancias totales estarán creciendo, debido a que estoy vendiendo tres veces más”.


Como la idea del negocio minorista planteada por Walton estaba desarrollada sobre los costos, tratando de reducirlos al mínimo para poder vender más barato al consumidor final, Sam tenía que ocuparse de todo, incluyendo la limpieza de la tienda.

Una vez más aparece el mismo principio que solemos citar en estas publicaciones: AHORRAR GASTOS. Reducción de los costos. Esa es la clave.

Sam también reconoce que fue fundamental que su modelo de negocio naciera en la pequeña localidad de Rogers, ya que según el mismo, tuvo que aprender a la fuerza porque “empezamos con capital y financiación insuficientes y en esas pequeñas comunidades, nos ayudaron a ser lo que llegamos a ser”.

Walton creía que en esas ciudades existía un gran potencial desatendido y que “si hubiéramos nacido de una gran corporación, nunca hubiéramos llegado a ser lo que fuimos”.

Con respecto a su vida militar, Sam llegó a ser capitán luego de haber participado en la Segunda Guerra Mundial como Supervisor de Seguridad en las plantas de aviones y campamentos de los prisioneros de guerra.

Después de la finalización de la Guerra, en 1945, Walton volvió al ruedo con la idea de abrir su propia tienda. Y, con una inversión inicial de 25000 dólares (de los cuáles sólo 5000 eran de él), logró adquirir una tienda en Newport, que era una franquicia de Butler Brothers.

En ese entonces, Butler Brothers era uno de los más grandes mayoristas de los Estados Unidos.

Fue así como el incipiente empresario desarrolló sus primeras estrategias que luego serían parte de su futuro negocio: comprar lotes enteros a los proveedores más económicos para vender más barato al consumidor final. Además, logró una ventaja competitiva sobre el resto de los comercios cerrando más tarde que esas tiendas.

Entre los principios de la empresa se pueden mencionar los más relevantes como celebrar el éxito, escuchar las opiniones y sugerencias de todos los empleados y si no las tienen, lograr que las tengan, superar las expectativas de los clientes, controlar los gastos a rajatabla y aprender a nadar en contra de la corriente.


Walton consideraba que con las premisas de su compañía le hacía un bien a la comunidad, por eso sostenía que si se trabajaba en forma mancomunada con todos sus socios “disminuiremos el costo de vida para todos y le daremos al mundo la oportunidad de conocer lo que es ahorrar y vivir mejor”.

Entre las premisas que el magnate compartió a través de un libro destinado a aquellos que tienen cultura emprendedora, se destaca como pilar fundamental la de tener pasión por lo que se hace que, como ya lo hemos mencionado antes, fue un gran consejo de su propia madre que lo acompañó durante toda su vida.

Con respecto al trato con los empleados, consideraba que no había que tener conductas previsibles ya que eso cansa y produce un desgaste. La mejor manera de tratarlos es con creatividad y estímulos permanentes, buscando la manera de que ellos contribuyan de forma directa al crecimiento de la compañía.

Por este motivo, instituyó que todos los sábados se lleve a cabo una reunión en cada tienda en la que se pudieran discutir todos los puntos de la semana como por ejemplo, qué productos se vendían más o cómo había sido el trato con los clientes y cómo podía mejorarse. De este modo, también lograba que los ejecutivos trabajaran los sábados, ya que ellos pretendían hacerlo de lunes a viernes, no como los empleados que atendían en las tiendas que debían trabajar incluso los fines de semana.

Desde el punto de vista del estímulo hacia los subalternos, Walton recomendaba pagar buenas recompensas, pero, sobre todo, agradecer y motivar con palabras a los empleados, ya que son ellos los que día a día ponen la cara por la empresa.

Por otro lado, apuntando a la relación con los clientes, la idea que proponía era la de tratar de superar las expectativas. Es decir, que el consumidor se lleve lo que fue a buscar, e incluso más. Si en algún momento se cometía un error, aseguraba que lo mejor era pedir disculpas, no tratar de justificarse con excusas, ya que eso produce la ira del cliente.

Sin embargo, todos los tratos que Sam Walton aseguraba darle a sus empleados, fueron puestos en tela de juicio por el Partido Demócrata, especialmente por Bernie Sanders, cuando sostuvo que “a pesar de la increíble riqueza de su propietario, Walmart paga a muchos empleados salarios de miseria, salarios que son tan bajos que estos trabajadores se ven forzados a acudir a los programas estatales como de ayudas de comida, ayudas médicas y servicios de vivienda pública para poder sobrevivir. Francamente, los estadounidenses están enfermos y cansados de dar subsidios para que crezca una de las empresas más grandes y con mayores beneficios de este país”.

Pero más allá de esta crítica, la herencia que ha dejado Sam Walton, convierte a su familia en la más rica del mundo, por encima de todos los magnates que fueron mencionados hace poco por la revista Forbes. Ni Jeff Bezos posee la fortuna que ostentan los Walton (entre los cuatro herederos -uno de sus hijos, murió-).

La fortuna de la familia Walton asciende a unos 190.000 millones de dólares, y los hijos de Sam poseen casi el cincuenta por ciento de la compañía.

Desde el punto de vista bursátil, Walmart cotiza en el NYSE desde 1972, con un crecimiento sostenido en el tiempo. Si analizamos el gráfico histórico de la compañía, inició su cotización en $0,063 en el año 1972, y hoy las acciones cuestan $119,85.

Con este dato podríamos interpretar que un inversor que colocó mil dólares en este papel en el año 1972, cuarenta y ocho años después percibiría una tenencia de casi dos millones dólares.

Sin embargo, hoy en día cuenta con un rival tecnológico que le está jugando una mala pasada, sobre todo desde el punto de vista bursátil. Y para ello traeremos a colación nuevamente a Jeff Bezos, ya que se trata de su empresa, Amazon.


Quién mejor para explicar esto que el propio magnate de las inversiones, Warren Buffet, quien llegó a tener en el año 2016 más de tres mil millones de dólares en acciones de Walmart a través de su firma de inversiones Berkshire Hathaway, pero que con el correr de los años las fue vendiendo (comenzó a comprarlas en 2005).

Warren aseguró en una entrevista a la CNBC que “Walmart es una compañía fabulosa, y lo que Sam Walton y sus sucesores hicieron, quiero decir, esa es una de las grandes historias de negocios estadounidenses. Creo que la venta al por menor es demasiado dura para mi. Compramos una tienda por departamentos en 1966 y me dieron en la cabeza. He estado en varias cosas en el comercio minorista. Compré Tesco en el UK y me dieron en la cabeza también. La venta al por menor es muy difícil. Y creo que la cosa on line es muy difícil de entender. Pero creo que Amazon en particular es una entidad que va a tener a todos en sus sitios. Y tienen clientes encantados. Es extraordinario lo que han logrado. Ahora, Walmart también está avanzando en materia on line, y tiene todo tipo de puntos fuertes, pero decidí que buscaría un camino más fácil”.

Podemos interpretar entonces que Warren Buffet considera que Walmart sigue siendo una empresa extraordinaria y que se está preparando para competir como un peso pesado con Amazon, pero no se quiere arriesgar a los resultados principalmente, porque Amazon ya sabe cómo hacerlo bien. Desde el punto de vista del negocio on line la empresa de la familia Walton aún se encuentra lejísimos de aquella liderada por Jeff Bezos.

 

No se le puede dejar de reconocer al líder mundial del Retail, que realmente las ventas on line vienen incrementando. En 2019 vendió casi el 70% más que en el 2017.

Y para fines del año pasado trabajó arduamente en conseguir altas velocidades de entrega de la mercadería.

Del mismo modo, compró algunas firmas tecnológicas para mejorar su equipamiento tecnológico y el desarrollo del negocio en ese sentido.

En las tiendas físicas sumó clínicas veterinarias y en la tienda on line también agregó una farmacia para mascotas.

En cuanto a la reposición en las góndolas de sus tiendas, está invirtiendo en robots que reemplacen a los repositores tal y como los conocemos hoy en día.

En fin, Walmart va tras Amazon. El tiempo dirá si lo alcanzará. Más aún, si algún día logrará superarlo.

El espíritu de Sam Walton sigue vigente, y la cadena de Retail más importante del mundo, va por todo.

 

Artículo escrito por Francisco Cardinali.